SALA DE PRENSA

DIPUTADAS Y DIPUTADOS FEDERALES DEL PAN

19 de Septiembre de 2024

TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DEL DIPUTADO ROBERTO SOSA PICHARDO, PARA REFERIRSE EN CONTRA DEL DICTAMEN QUE REFORMA, ADICIONA Y DEROGA DIVERSAS DISPOSICIONES DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, EN MATERIA DE GUARDIA NACIONAL.

Ciudad de México, a 19 de septiembre de 2024

TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DEL DIPUTADO ROBERTO SOSA PICHARDO, PARA REFERIRSE EN CONTRA DEL DICTAMEN QUE REFORMA, ADICIONA Y DEROGA DIVERSAS DISPOSICIONES DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, EN MATERIA DE GUARDIA NACIONAL.

DIPUTADO ROBERTO SOSA PICHARDO (RSP): Con su venia, presidenta.

Compañeras y compañeros legisladores, me dirijo a ustedes por primera vez desde ésta, la máxima tribuna de la nación, honrando a tantas y tantos mexicanos que desde aquí han alzado la voz para defender la libertad y la democracia.

 

Hoy también yo vengo a alzar la voz a nombre de las y de los queretanos para defender la Constitución que nació en el histórico Teatro de la República y aquí ustedes, diputadas y diputados de Morena, pretenden destruir. Soy Roberto Sosa Pichardo, diputado federal por Querétaro.

 

Es notorio e indiscutible que los gobiernos de Morena están totalmente rebasados por la violencia y la inseguridad, basta voltear a ver a estados como Sinaloa, Chiapas, Guerrero o Michoacán, por mencionar a otros, para darse cuenta del rotundo fracaso de la política de seguridad de este sexenio.

 

Hoy les voy a volver a preguntar. ¿Qué no habían dicho ustedes que no mentirían? ¿Qué no es una de sus máximas el no mentir? Pues hace seis años en esta Cámara dijeron que la creación de la Guardia Nacional iba a resolver estos problemas y contaron con el voto de la confianza de todas las fuerzas políticas con dos compromisos.

 

Primero, que la Guardia Nacional siempre fuera una corporación con un mando civil y que las Fuerzas Armadas se retiraran gradualmente de las tareas de seguridad pública. Pero como todas y muchas otras cosas, no cumplieron nada. En su lugar intentaron burlar la Constitución para extender el plazo que ustedes mismos se habían propuesto. Y más aún, incorporar de una vez la Guardia Nacional a Sedena.

 

La realidad es que esta reforma no resolverá nada. No tendremos un país más seguro ni menos violento. No tendremos ni siquiera la certeza de que habrá efectivos y ahí donde los necesite la población. La única certeza que hay detrás de esta reforma es que las Fuerzas Armadas permanentes que están a cargo de la seguridad y la soberanía de la nación, una vez más serán utilizadas como bomberos, apagando el fuego provocado por la incompetencia del gobierno federal. Durante cinco años hemos visto una Guardia Nacional que con el triple del presupuesto que tenía la extinta Policía Federal, realiza 40 % menos de detenciones. Una Guardia Nacional que brilla por su ausencia en las carreteras federales, llenas de cartones luminosos donde antes había patrullas y efectivos policiales.

 

Y para muestra un botón. Una Guardia Nacional que abandonó la carretera 57, la más transitada en América Latina. La carretera 57 hoy se ha convertido en la segunda más violenta en todo el país, que hoy concentra la mayor parte de robo a transporte de carga a nivel nacional. Y si no me creen a mí, pregúntenle a los amigos transportistas. Una guardia nacional que sistemáticamente purga sus efectivos civiles y que cada vez más envuelta en más escándalos de corrupción, como les ocurrió el mes pasado en Tepatitlán.

 

Ese es el tamaño del desastre que quieren cargar definitivamente a las Fuerzas Armadas, a los valientes soldados y a los marinos que arriesgan su vida por el país. Y ustedes los quieren emplear para construir refinerías que no refinan, para construir aeropuertos que no dan servicio a nadie, para arrasar con la selva, para construir bancos, para manejar también medicinas. Y que han puesto a hacerlo de todo, menos al trabajo para el que fueron ellos entrenados. Desde aquí mi más amplio reconocimiento a todo el Ejército, a la tropa, a la Guardia Nacional, también a la Marina y a la Fuerza Aérea.

 

No es casualidad la urgencia que hoy tienen ustedes para aprobar esta reforma. Las Fuerzas Armadas reclaman con justicia desde hace tiempo la certeza jurídica y constitucional que les permita tareas de seguridad nacional, pero el oficialismo quiere aprovecharse de esta necesidad y condicionar la reforma a cambio de su lealtad política. Esa lealtad que les permita consolidar la tiranía que han venido edificando.

 

Hace apenas una semana la coalición gobernando utilizó verdaderas tácticas gansteriles para consumar la desaparición del último contrapeso que quedaba frente al poder presidencial. La reforma que hoy quieren aprobar es un paso más para cancelar definitivamente la posibilidad de restaurar la democracia.

 

Si de verdad, compañeras y compañeros legisladores, quieren resolver el problema de inseguridad que tiene este país, suspendan este debate y sentémonos a legislar en serio. Vamos por una vía de una ley de seguridad interior que le dé certeza jurídica a las Fuerzas Armadas. Vamos por un presupuesto para las policías estatales y municipales. Vamos a plantear programas eficientes para la prevención del delito que funcionen.

 

Y permítanme antes de terminar. Yo vengo de ser presidente municipal dos veces, del municipio más hermoso de este país, que es Corregidora, en el estado de Querétaro. Ahí yo le entré de frente, de frente al tema de la inseguridad. Ahí, de frente, le entre en coordinación con el Ejército y con la Guardia Nacional, como varios de ustedes comentaron. Dimos resultados y disminuimos...

 

Concluyo, presidenta. Y disminuimos los índices de seguridad. Esa es la estrategia, no subordinación, sí coordinación con la Guardia y con el Ejército. Concluyo. Diputadas y diputados, ni con 10 Guardias Nacionales habrá seguridad si no tienen la voluntad de entrar a Culiacán. Ni con el poder concentrado habrá paz, si no tienen el valor de mirar de frente a las madres buscadoras de personas desaparecidas. Ni con el cambio de uniforme podrán ocultar la realidad.

 

Un cambio administrativo no servirá de nada para un país que no han querido defender. De verdad, qué lamentables vienen los tiempos para nuestro México.

 

Es cuanto, presidenta.

 

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