Ciudad de México, 17 de agosto de 2022

TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA ROCÍO ESMERALDA REZA GALLEGOS, PARA REFERIRSE AL TEMA DEL IMPACTO NEGATIVO DE LAS ARMAS ILEGALES EN LA SEGURIDAD PÚBLICA DEL PAÍS.

DIPUTADA ROCÍO ESMERALDA REZA GALLEGOS (RRRG): Con el permiso de la Presidencia.

Les pregunto desde aquí.

¿Cuál es el mayor fracaso de un gobierno? La ingobernabilidad. Situación que impera cada vez más en nuestro país.

Todos aquí estamos obligados a no politizar los asuntos que tienen que ver con la seguridad, pero eso no implica callar ni sacarle la vuelta ni cegarnos ante la situación de urgencia que vive en nuestras comunidades, regiones, el país entero, es al Gobierno federal a quien le toca articular la estrategia conjunta para resguardar el orden y poner un alto a la violencia.

Militarizar al país no es el camino, que es lo que ha venido sucediendo y hoy, el Presidente sólo quiere validarlo mediante un decreto, pasando por alto la Constitución.

En días pasados observamos la ineficiencia, el cúmulo del disimulo, sigue escalando una ola de violencia que nos rebasa cada vez más.

Vivimos momentos de terror, de miedo.

Lo acontecido recientemente cuando grupos criminales se fueron contra inocentes, lo ocurrido en Ciudad Juárez, Chihuahua, mi estado y en otros estados más como Guanajuato, Jalisco y lo más reciente, Baja California, nos desgarra la impotencia de observar que inocentes pierden la vida y que el Gobierno federal lo coloca como hechos aislados como irrelevante.

Quieren sembrar miedo los opositores, dijo el Presidente.

El crimen ha colocado contra las cuerdas a la autoridad y mientras nos aventamos la pelota unos y otros, la sociedad está en medio sin saber a dónde voltear.

¿Cómo les explicamos a las familias que han perdido la vida de sus seres queridos, a los cientos de niños y niñas huérfanos por la situación de violencia?

¿Qué pasa con el Gobierno federal que no quiere actuar con contundencia o no sabe o no quiere?

Desde las cárceles siguen operando las bandas criminales, la extorsión, la desaparición forzada, el desplazamiento de personas, la trata, el asesinato de periodistas, políticos, líderes religiosos, ahora  la muerte de civiles inocentes, ¿qué sigue?

Propuestas hemos hecho varias desde la oposición.

Una de prevención efectiva, con eficaz coordinación entre todos los niveles de gobierno, donde se vuelve necesario potenciar las habilidades de las policías locales y ¿qué se hace?, debilitarlas, eliminar los fondos para su fortalecimiento.

El sistema penitenciario requiere cirugía de fondo. Los miembros del crimen operan desde ahí sin contar con la falta de una verdadera reinserción social.

Se necesita de manera urgente rediseñar un modelo que sea eficaz. Aquí se ha hecho de manera reiterativa, pero el Presidente no escucha.

El desdén que muestra hacia la oposición es el mismo desdén que le brinda a una sociedad que va perdiendo la esperanza.

¡Alto la violencia! Es la exigencia ciudadana, construir la paz es el camino, nada vale sin la paz social, sin un ambiente de armonía para el sano desarrollo de generaciones completas.

Se ha dicho en reiteradas ocasiones, mientras el crimen está organizado, la autoridad y la política se encuentra en total desorganización y enfrentamiento.

La ciudadanía está dispuesta a hacer lo que le toca para construir, para contribuir a alcanzar la paz, pero de nada sirve una sociedad hambrienta de paz con un gobierno extraviado en una simulación sin límites.

La mayor distorsión que hay en nuestro país, es que quien lo gobierna, es quien invita, incita a la división y al encono.

Presidente, Andrés Manuel, aquí estamos, soy la voz del pueblo de México que reclama paz, justicia, que implora y que grita ¡alto a la violencia!