TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA CAROLINA BEAUREGARD MARTÍNEZ, DURANTE EL APARTADO DE EFEMÉRIDES, CON MOTIVO DEL ANIVERSARIO LUCTUOSO DEL GENERAL IGNACIO ZARAGOZA.

12 de Septiembre de 2023

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Ciudad de México, 12 de septiembre de 2023

 

TRANSCRIPCIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE LA DIPUTADA CAROLINA BEAUREGARD MARTÍNEZ, DURANTE EL APARTADO DE EFEMÉRIDES,  CON MOTIVO DEL ANIVERSARIO LUCTUOSO DEL GENERAL IGNACIO ZARAGOZA.

 

DIPUTADA CAROLINA BEAUREGARD MARTÍNEZ (CBM): Con su venia, presidenta.

 

Hoy recordamos y honramos a uno de los héroes más grandes de nuestra historia.

 

Un hombre cuyo valor y determinación cambiaron el destino de nuestra nación. Hablo de Ignacio Zaragoza, un hombre que resuena en los corazones de todos los mexicanos, con un profundo sentido de orgullo y valentía.

 

La vida de Ignacio Zaragoza es un testimonio de humildad y coraje, nacido en Bahía del Espíritu Santo, Coahuila, en 1829, creció en tiempos tumultuosos en un México que luchaba por su independencia y su identidad.

 

Desde joven mostró su compromiso con la causa de nuestra nación y su educación, en el seminario le brindó las bases para una vida en el servicio, pero el momento cumbre en la vida del general y uno que reverbera en la historia de México y más allá, fue la Batalla de Puebla, un 5 de mayo de 1862.

 

En ese día, nuestras tropas lideradas por Zaragoza se enfrentaron al poderoso ejército francés, una fuerza que parecía imbatible; sin embargo, con astucia, valentía y un amor inquebrantable por México, Zaragoza y sus hombres lograron lo impensable, la derrota del Ejército invasor.

 

Esa victoria, ese 5 de Mayo, se ha convertido en un símbolo de la resistencia mexicana y un recordatorio de que ningún desafío es insuperable cuando se lucha por la libertad y la independencia.

 

El General tuvo la oportunidad de mostrar su gran talento militar en uno de los acontecimientos más significativos de nuestra historia, utilizando su conocimiento del terreno y estrategias para vencer al Ejército francés y así asegurar su lugar en la historia de México.

 

Trágicamente no vivió para ver completamente la liberación de nuestro país. Murió a la edad temprana de 33 años, víctima de la fiebre tifoidea.

 

Pero su legado perdura en cada uno de nosotros y en el corazón de nuestra nación.

 

Ignacio Zaragoza nos enseñó que no importa cuán desafiante es la situación, no debemos renunciar a nuestros ideales y a nuestra patria.

 

Él personificó la valentía, la tenacidad y la determinación que son fundamentales para nuestra identidad como mexicanos.

 

Hoy al conmemorar a Ignacio Zaragoza, recordemos su ejemplo y reafirmemos nuestro compromiso con México, sigamos luchando por la justicia, la libertad y la unidad que él defendió con tanto fervor, que su legado nos inspira a trabajar juntos para construir un México mejor para las generaciones futuras.

 

El retrato de Don Ignacio es ese, un hombre que a muy corta edad, defendió a la patria con singular tesón y con la estatura de los más grandes guerreros de su época y de la historia de México.

 

Con visión aguda, Justo Sierra afirma que la única deserción de Zaragoza fue su muerte.

 

Quizá tengan razón, la Patria perdió muy pronto a este joven militar que llevara la victoria al ejército mexicano.

 

Su muerte prematura el 8 de septiembre de 1862, no le permitió seguir en la defensa de la patria, ni ser testigo de las condecoraciones otorgadas a él y a su Ejército, pero sin duda, a partir de ese momento tuvo asegurado su lugar en el altar de la patria.

 

A su muerte, Ignacio Zaragoza fue nombrado benemérito del estado de Puebla, por el entonces Gobernador Ignacio Mejía y Benemérito de la patria en grado heroico por el Presidente Benito Juárez.

 

De igual forma, Juárez mandó que su nombre se inscribiera en letras de oro en el Congreso de la Unión.

 

Decretó su ascenso a General de División, que la ciudad de Puebla, a partir de entonces, llevara por nombre Puebla de Zaragoza y ordenó las honras fúnebres en toda la República.

 

En la condecoración de su ejército el 05 de diciembre  de 1862, los edificios públicos de la Ciudad de México, enarbolaron la bandera a toda asta. Hubo repique de campanas y salvas de artillería.

 

Su retrato fue paseado en señal de triunfo por la capital y se inauguró la calle 5 de Mayo, que hasta la fecha sigue siendo una de las principales avenidas del centro histórico. Zaragoza, orgullo de Puebla y de toda la nación mexicana.

 

Sea este un sentido homenaje a quien ha inspirado a decenas de generaciones que han seguido sus pasos al interior de nuestras fuerzas armadas, como el héroe que fue y que su espíritu siga siendo … a nuestra amada nación hacia un futuro con rumbo, con oportunidades y prosperidad.

 

Un mejor México es posible, México merece más.

 

¡Que viva México!

 

¡Que viva Puebla!

 

¡Que viva Ignacio Zaragoza!

 

¡Que viva la libertad, la independencia y la esperanza que hoy cambió de manos!

 

Es cuanto, Presidenta.

 

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