"El concepto del calentamiento global fue creado por y para los chinos". Con ese efímero e insulso argumento, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sentencia y da un golpe al mundo.

Insustancial como solo él puede ser, el empresario convertido en político por accidente suelta comentarios vacuos y verdades a medias, o francas mentiras.

Así de simple, ha determinado abandonar el Acuerdo de París, para combatir el cambio climático, bajo una premisa falsa y equivocada.

La ignorancia de Trump le pasa la cuenta al mundo completo. El revés de abandonar el Pacto pone en riesgo la meta de reducir las emisiones contaminantes de manera global, objetivo que es respaldado por al menos otras 194 naciones, incluido México.

Hoy no estamos hablando de un tema que concierne sólo a las naciones.

Es una agenda que debe atañer también a las ciudades que ya se esfuerzan y hacen acciones por combatir el cambio climático desde su espacio en la trinchera.

Dentro del mismo país vecino del norte se da el ejemplo.

Al menos 83 alcaldes de distintas ciudades de Estados Unidos han firmado una declaración para manifestar que adoptarán, respetarán y defenderán los compromisos de la esencia misma del Pacto de París. Y no es para menos.

Las mentes sensatas no pueden respaldar a las mentes idiotas -aclaro que no lo digo como insulto, sino sólo como descripción-.

El trastorno de este individuo pone en riesgo la estabilidad mundial.

No es posible seguirlo y mucho menos coincidir con lo que él considera son ideas revolucionarias.

Tomemos como ejemplo la iniciativa de los alcaldes norteamericanos. Busquemos el modo de sumarnos como ciudad.

Exhortemos a otras ciudades hermanas a seguir el empuje para manifestar nuestro rechazo a las acciones encaminadas a perjudicar el medio ambiente.

El jefe de la Gobierno de la Ciudad de México debe sumarnos a este movimiento. Que ponga a la CDMX a la vanguardia en el país al buscar el mecanismo para respaldar abiertamente el Pacto, y de paso, que se sumen otras capitales hermanas al mismo movimiento. Insisto, no es un tema de países, es un tema de ciudades.

No podríamos esperar menos. La CDMX sufre hoy graves embates ocasionados, en parte, por el calentamiento global.

Altos índices de ozono en la atmósfera, que en las últimas semanas nos han mantenido en constante contingencia ambiental.

La inercia de reprobar el acto de Trump no es chica, pues incluye voces empresariales, de gobernantes, de políticos varios, incluso de Estados Unidos.

La voz de la razón sigue resonando, porque, aunque se retire como nación, sus ciudades seguirán apoyando el Pacto.

Empujemos desde nuestra trinchera. Busquemos más apoyos de otras ciudades.

La lucha no tiene por qué ser sólo de gobiernos nacionales, desde lo local también hay mucho que hacer contra el cambio climático.

Porque pronunciarse no está mal, pero las voces en contra de Trump, pues bueno, esas ya sobran. Va siendo momento de las acciones.

http://www.excelsior.com.mx/opinion/federico-doring/2017/06/04/1167552