Ciudad de México, 15 de marzo de 2018

TRANSCRIPCIÓN DE LAS PALABRAS DEL DIPUTADO MARKO CORTÉS MENDOZA, DURANTE LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO “LA NEGOCIACIÓN ¿ES NECESARIA EN LA POLÍTICA?”, EN LA ANTIGUA SEDE DEL SENADO DE LA REPÚBLICA

DIPUTADO MARKO CORTÉS MENDOZA (MCM): Muy buenas noches a todas y a todos. Qué gusto estar nuevamente en esta casona de Xicoténcatl.

Antes de comenzar debo decirles que recordé la primera vez que estuve aquí, fue en el año 2006 cuando vine a acreditarme como Senador de primera minoría electo, tenía 28 años y recuerdo que cuando llegué a aquella oficina y llegué con los papeles me dijo la persona que me atendió: “Oiga, tiene que venir el Senador titular”, le dije: “Yo soy el Senador”.

Miren mis amigos, a mí me ha tocado conocer a Humberto en sus diferentes facetas, desde que estuvo en la Secretaría de Gobernación como Subsecretario. Después cuando estuvo coordinando una precampaña presidencial.

Posteriormente como vicecoordinador del Grupo Parlamentario del PAN en el Senado. Posteriormente en diferentes momentos de partido y hoy compartimos el trabajo en la Cámara de Diputados.

Me ha tocado vivir lo que Humberto expresa en su libro “La Negociación…”, de manera permanente y este libro, este manual va a servir muchísimo para todos aquellos que no la han vivido, para todos aquellos que quieran empaparse de qué significa. Pero algo sí les digo, la negociación política desde lo que a mí me ha tocado vivir es como querer aprender a manejar leyendo un libro. Para aprender a manejar hay que agarrar el carro y más cuando eran estándar, hay que entender qué siente el motor cuando empiezas a sacar el clutch y acelerar.

Esa es la negociación política porque es un hilo conductor, es una liga que si estiras de más, se rompe, pero que hay que saber estirar para poder negociar.

Sabiendo siempre que estás negociando con un adversario, sabiendo siempre que estás negociando con alguien que desea algo distinto.

Aquí se ha dicho –y Humberto lo expresa bien en el libro—hay diferentes tipos de negociaciones: la cuantitativa de yo voy a ganarte o la colaborativa en la que todos ganan una parte.

Y esa es la mejor experiencia que yo he vivido en la negociación. La negociación correcta es aquella en la que todo el mundo se siente medianamente satisfecho, no hay manera de lograr que todo mundo se encuentre satisfecho en una negociación. La negociación es permanente.

Otra cosa que yo he aprendido que la negociación política es por capítulos. Si hoy estamos hablando de energía, hoy negociamos con toda la fuerza ese capítulo; si mañana se está hablando del trabajo, abres el nuevo capítulo y debes de entender que en la negociación política nada puede ser ni debe ser personal porque cuando vas a lo personal en la negociación política estas afectando cualquier posibilidad de sí construirla y de sí llegar a un buen puerto.

Yo he aprendido y vaya que nos han tocado momentos muy complejos en esta Cámara de Senadores en su momento, allá en la Cámara de Diputados donde he estado en dos ocasiones, nos han tocado momentos muy difíciles y el secreto de la negociación es entender que nunca puedes increpar a tu interlocutor en lo personal, sí en los hechos, sí en los argumentos porque si no, no vas a llegar a ningún puerto, a menos de que ese sea el objetivo de la negociación.

Humberto habla de varios temas que tienes que analizar antes de la negociación, ¿quieres que se realice? Tiene que ser en un corto tiempo, si no quieres que se concrete el tiempo puede ser tan largo que nunca llegarás a él. Tiene que haber una planeación, ¿qué quieres lograr, cuáles son tus máximos y tus mínimos?

Cuando tú te vas a sentar a negociar algo, ya sabes de entrada hasta dónde puedes llegar, cuál es tu máximo a obtener y cuál es tu mínimo a aceptar, porque ya sabes que de ese parámetro no puedes pasar. Tú puedes intentarlo lograr todo, pero no vas a ceder absolutamente todo y por eso debes de tener claros tus parámetros.

También en la negociación política que a mí me ha tocado vivir necesitas forzosamente honrar la palabra --aquí se ha dicho eso en varias ocasiones-- pero a ver, mis amigos, también se los digo, en esta política tan activa, tan cambiante, donde todos los días pasa algo hay ocasiones en las que el acuerdo es imposible sostenerlo.

Fíjense lo que hablo, hay momentos en que un acuerdo es imposible sostenerlo y para poder seguir teniendo credibilidad y para poder seguir negociando lo mínimo que se debe hacer es avisar al interlocutor y no sorprender porque si no, rompes nuevamente cualquier posibilidad inmediata de otro acuerdo político, eso es lo que a mí me ha tocado en esta experiencia constante:

Momentos muy difíciles en donde la negociación tiene que ser muy sigilosa y pongo el ejemplo que vivimos los que estamos presentes que fuimos senadores en la Reforma Político-Electoral, en donde se cocinó muy en lo privado y salió al público cuando ya había un acuerdo muy estructurado.

Fue cuando se dio un gran embate de medios de comunicación, fue cuando reformamos el modelo político del país.

Entonces el acuerdo político y la negociación también merecen secrecía porque si no simplemente hay temas que no pueden transitar.

México más que nunca requiere de negociación --ya aquí se ha expresado de muchas formas— el próximo Congreso ningún partido tendrá mayoría, pero también el próximo Gobierno va a cogobernar.

De hecho, también los que están aquí presentes, particularmente Manlio Fabio ha hablado de los gobiernos de coalición y ya hay algo en la Constitución, falta legislar, falta decir cómo, pero hoy más que nunca si queremos gobernar con dar resultados, si queremos enfocarnos en ser productivos desde el Gobierno, necesitamos tener gobiernos de coalición que nos permitan negociar con orden, con reglas para que podamos llegar a un buen fin.

La negociación entonces será más necesaria cada vez.  Aquí se ha relatado, antes era impensable tachada, negada, aunque ocurriera; hoy es absolutamente necesaria y debe ser además como el mensaje de hacer lo posible para lograr el fin, no el que tú querías, el posible, el alcanzable, el que sumó el acuerdo, el que logró una mayoría.

La negociación además, he aprendido que nunca es con iguales –y lo digo yo que represento un 22 por ciento en la Cámara de Diputados y que nos tocó vivir una negociación aquí también el Senado de la República entre desiguales-- y una buena negociación es la que reconoce también su fortaleza en la negociación misma, en donde construyes mayoría, en donde construyes consenso, en donde construyes gobernabilidad, en donde construyes credibilidad.

Una negociación en donde te asumes del tamaño que tienes, pero con la dignidad como si fueras el mayoritario.

Una negociación siempre debe estar –coincido—muy generosa de parte de quien es autoridad y gobierno, es el responsable de la negociación porque si no, se llama imposición.

Negociar habla también de ser generoso y dispuesto a ceder y esto es parte de lo que hoy más que nunca vamos a requerir en un México más polarizado. Un México donde ya hay una nueva forma de comunicarnos y es una realidad.

Antes si queríamos saber qué ocurría en el país, habría que esperar las noticias de la noche. Hoy en el momento que quieras saber qué está  pasando en el país al alcance de tu mano lo puedes saber –en el momento, en cualquier parte del mundo—y además, cualquier tipo de manifestación, molestia, reclamo para el Gobierno se puede convocar a través de un celular, a través de las redes sociales.

Hoy más que nunca el Gobierno en turno requiere todas las habilidades de negociación porque la negociación no significa otra cosa que unir a los extremos en un punto de coincidencia para lograr un objetivo común.

Esa es la negociación y la negociación adecuada es en la que todos logran algo de este objetivo común.

Yo quiero decirles que Humberto relata en el propio libro cómo la negociación también implica hasta el lugar, ¿en qué lugar te citas a negociar? Si estás en el territorio ajeno o estás en tu territorio o estás en un territorio neutro.

La negociación habla de la actitud hasta corporal de con quién estás y todo esto lo relata el libro. Es un libro interesante, un manual para entenderlo desde el lado académico, pero yo hoy hago una convocatoria para vivirlo, para sentirlo porque cuando estás en la negociación mi experiencia es: aprieto más con el riesgo de tronar o aflojo un poco en la búsqueda de construir.

La negociación tiene muchas vertientes de mantener los puentes de comunicación sin perder ni claudicar a tus causas, sin claudicar a tus propósitos.

La negociación es un es instrumento permanente en la vida política del país, cada vez necesariamente más empleado y yo diría que en todo, hasta en nuestra casa con la señora, con los hijos, vivimos en una permanente negociación en donde quien tiene la autoridad podría imponer pero eso tensaría cualquier tipo de relación –hasta familiar—.

Por eso mi querido Humberto, yo te felicito porque eres realmente una persona que la ha vivido en diferentes vertientes, con pasión, con emoción. Sabes que te tengo todo el aprecio y todo el reconocimiento y por eso yo tomé la decisión de que fueras parte del equipo de la coordinación del Grupo Parlamentario, porque tienes la experiencia.

Yo tenía que hacerme allegar de gente con talento y experiencia en los diferentes órdenes de Gobierno en el Ejecutivo y en el Legislativo y tienes la vivencia y además la preparación académica, querido Maestro Humberto Aguilar.

Muchas felicidades por este libro, por este manual y un verdadero placer haber compartido esta presentación.

Muchas gracias, Ricardo, por tu presentación sin adjetivos, como lo prometiste.

--ooOOoo--

MRA